Xi y Trump: Menos da una piedra, por Xulio Ríos

Fiel a su estilo, de “fantástica” calificó Donald Trump la cumbre con Xi Jinping en Busan, Corea del Sur. Apenas un disimulo dirigido a su público para exhibir una vez más sus “asombrosas” dotes negociadoras y de puesta en escena que a duras penas pueden esconder la realidad: los avances han sido escasos y tácticos.

China anunció la suspensión, por un año, de las restricciones a las exportaciones de tierras raras y otros minerales estratégicos; a cambio, EEUU debe dejar en suspenso la aplicación del anunciado arancel del 100 por ciento sobre los productos chinos a partir del 1 de noviembre.  Trump también anunció que reducirá del 20 al 10 por ciento los aranceles impuestos a China con el argumento del fentanilo. Por su parte, China retomará la compra de soja norteamericana, suspendida desde Mayo en el contexto de la guerra de comercial entre los dos países.

Estados Unidos suspenderá durante un año la aplicación de la nueva norma anunciada el 29 de septiembre, que expande sus restricciones a la exportación de su “lista de entidades” a cualquier entidad que sea propiedad en al menos un 50 por ciento de una o más entidades incluidas en dicha lista. China suspenderá durante un año la aplicación de las medidas de control de exportaciones anunciadas el 9 de octubre, y estudiará y perfeccionará los planes específicos, de acuerdo con un portavoz chino.

China y Estados Unidos suspenden, por un año, las tasas portuarias aplicadas reciprocamente. No se anunció acuerdo alguno sobre la propiedad de la red social TikTok. Asimismo, China conversará con Nvidia, el fabricante de chips de Silicon Valley, sobre la compra de sus chips.

Se habló de Ucrania, con un vago compromiso en la búsqueda de la paz. Y no de  Taiwán, donde se siguió con nerviosismo el encuentro.

Una tregua táctica

Xi Jinping, haciendo hincapié en que el diálogo es mejor que la confrontación, enumeró una serie de temas en los que China y Estados Unidos podrían colaborar, entre ellos la lucha contra la inmigración ilegal y el fraude en las telecomunicaciones, los esfuerzos contra el blanqueo de dinero, la inteligencia artificial y el manejo de enfermedades infecciosas. El eco de esta propuesta se antoja limitado.

En lo que llevamos de tercera fase de la guerra comercial, de Trump I a Joe Biden, lo que hemos podido constatar es que ambas partes tienen capacidades sobradas para hacerse daño mutuamente. No obstante, también se ha acreditado que Estados Unidos carece hoy día de una ventaja comparable a la exhibida por China. A corto plazo, no tiene forma alguna de romper su dominio en el campo crítico de las tierras raras.

Podemos calificar lo acordado de desescalada. De hecho, en más de un aspecto, los acuerdos apuntan si no a un reinicio, si a un retrotraimiento. Cabe celebrar los gestos de distensión y las promesas de cooperación, pero las causas profundas del enfrentamiento ni mucho menos se han resuelto. En las negociaciones no se abordaron los principales temas que Trump mencionó al imponer sus aranceles en abril, incluyendo las políticas industriales o lo que llama el “exceso de capacidad manufacturera” de China y su modelo de crecimiento basado en las exportaciones. Ni siquiera hay garantías de una implementación adecuada de lo acordado, que exigirá esfuerzos de ambas partes. Es por tanto una  frágil tregua. La estabilización de las relaciones, si llega, está aun muy lejos.

Subsiste una profunda discrepancia entre lo que Washington desea y lo que Beijing está dispuesto a ofrecer. El enfoque de Xi es sólido, con realismo y sin demasiadas expectativas. Y el mensaje es claro: la segunda economía del mundo no bajará la cabeza y Trump debe contar con que a cada medida hostil tendrá una respuesta proporcional.

Trump anunció una visita a China en abril del año próximo. Xi le recibirá con los deberes hechos, es decir, con el XV Plan Quinquenal aprobado en marzo en las llamadas dos sesiones parlamentarias. En los años por venir, ese programa de desarrollo supondrá para Trump un serio quebradero de cabeza.

(Para Agencia Hondureña de Noticias)


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